En un oscuro callejón un hombre abraza a su amada
Acaba de irse, para siempre, se la ha llevado la parca
Un ¡Bang! y se acabó, su vida se esfumó.
En ese callejón las lágrimas de un hombre se funden con la lluvia
Bramando y sollozando por el hurto de una vida, su vida
Ya nada se podía hacer, todo terminó
Se prometió que no pasaría mucho tiempo sin ella
Una vez enterrada, buscó desagravio y venganza
Era su luz y su noche, su muerte y su aliento
La venganza consumada no da descanso a su alma
Como un fantasma atormentado, llora su pena y desgracia
Ha encontrado la solución a su desasosiego
Ha de volver a verla, abrazarla, tocarla y amarla
No es fácil pero lo hace, mueve un dedo y todo se acaba
¡BANG!